Nothing lasts really. Neither happiness nor despair. Not even life lasts very long. (Brief Encounter, 1945)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Náuseas de amor (Monaguillosh)

Hace ocho meses (no es mi memoria, es que lo pone en Youtube) monté un video en casa con fotografías de los ensayos y del directo de Monaguillosh en el programa de TVE "La edad de oro" (1983), añadiendo fotogramas del video de "Voces en la jungla".

La canción se grabó en directo para RNE en el mismo año.

Teníamos 19 años.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo tenía 18 y echo mucho de menos aquellos años; porque, aunque todo me va perfectamente, de haber sabido que me iría tan bien hubiera cambiado algunas cosas de entonces.

Y lamento no haberos visto en directo, no recuerdo si pasasteis por Barcelona, pero me gustaría haber estado allí, como estuve en lugares parecidos.

Beatriz AA dijo...

Hola Luis, gracias por dejar un mensaje. Estuvimos tres veces en Barcelona: la primera para grabar el programa Musical Express de Angel Casas (hay dos canciones en yotube); la segunda en la sala Metro y la tercera en Zeleste.

Me alegra que todo vaya bien. Un saludo,
Beatriz

Anónimo dijo...

De nada, para eso estan los blogs; no sólo para leer lo que quiere contar su autor, sino también para darle respuesta o matiz.

No puedo recordarlo, pero imagino la razón por la que no debí ir a aquellos conciertos. Qué se le va a hacer, cuando se invente la máquina del tiempo prometo no faltar a la cita.

Llegué a tu web de cartas sin sellos por una serie de afortunadas casualidades, mientras buscaba información de la banda (por nada, sólo porque tengo un modesto podcast no hablado a través del que aún insisto en intentar demostrarle a quien quiera escuchar lo falso que es que en los 80 no se hiciera buena música y siempre me entra curiosidad por actualizar la información sobre las canciones que incluyo, en este caso "Voces en la jungla") y, si no te molesta, me quedaré un tiempo leyendo por allí.

Me parece una delicia de idea, aunque más como lector que como participante. Porque las cartas se definen por sus dos extremos, únicos con las claves suficientes para entenderlas enteras. Las cartas abiertas, o las cartas que se abren para que las lean otros que no son sus destinatarios, son menos cartas. Les faltan las circunstancias.

Aún así, en tiempos de escasos recursos comunicativos del individuo, alivia saber que queda quien reivindica la correspondencia. El rito del sobre, el tacto del papel, la calidad y calidez de las palabras, la no inmediatez de la respuesta, si llega... Vaya, no me había parado a pensar en lo bonito que es el proceso de la correspondencia, aunque he escrito mucha.

Creo que releeré las muchas cartas recibidas que guardo, aunque puede que no deba.

Un saludo.

Luis

Beatriz AA dijo...

Comparto tu reflexión, y te agradezco de nuevo por dejar tus palabras. ¡Y bienvenido a este mundo de cartas sin sellos, que se mantiene en internet debido a tantas personas anónimas (algunas ya no tanto para mí) que desde hace años me visitan!

Ojalá al releer alguna de tus viejas misivas te inspires para escribir una carta imposible.

Y la envíes a este buzón.