Nothing lasts really. Neither happiness nor despair. Not even life lasts very long. (Brief Encounter, 1945)

sábado, 20 de diciembre de 2014

A punto de salir a la venta


En la radio otra vez

El pasado 12 de noviembre participé en el programa que se emite en Catalunya Radio, el Cabaret Eléctric, desde la sede que tienen en Madrid. Aquí estuve acompañada por el músico y artista Víctor Abundancia (o Víctor Coyote) y por el periodista musical Jesús Rodriguez Lenin. La excusa, de nuevo, fue el disco "Sombras" de Munster Records.



Éste es el pie de foto que pusieron a las fotos publicadas por el programa en el Facebook: 

Ja hem viatjat en el temps! Som als 80 amb membres de les bandes Los Coyotes, Desechables, Los Monaguillosh i Jesús Rodriguez Lenin, un periodista que va viure l'època. Junts ens emocionem amb el disc publicat per Munster Records: 'Sombras, Spanish Pop Rock- dark pop de 1081-1986'.

Y sí, los tres coincidimos con las camisetas a rayas. Pura coincidencia. Puro poso de aquellos años.

CIERRE DE CARTAS SIN SELLOS

Hace unas semanas, el 2 de noviembre, cerré mi página web CARTAS SIN SELLOS. Ahora queda como mi página personal, para quien quiera tener información sobre mis actividades literarias, artísticas, etc, etc.  

Como me imaginaba, nadie ha preguntado por la única web dedicada exclusivamente a la correspondencia. Llegué a publicar 8.575 textos en catorce años. 

Cartas Imposibles: 3.233 Cartas Adolescentes: 2.460 Cartas Abiertas: 1.497 Cartas Definitivas: 98 Postales : 67 Cartas Literarias: 29 Cartas Invitadas: 5 Cartas Culinarias: 24 Libros de Cartas: 9 Mensajes: 309 Consultas psicológicas: 444 Consultas adolescentes: 400 TOTAL: 8.575

Cuando no existían los blogs, páginas como ésta aglutinaban a muchas personas con afinidades comunes, luego cada cual prefirió tener su propio espacio y esperar visitantes, y actualmente las redes sociales se han comido a los blogs, porque engullen y abducen al personaL. Yo también he caído en estas redes. 

No obstante, espero que todo este esfuerzo y dedicación a CARTAS SIN SELLOS no desaparezca sin más, buscaré alguna forma de rendir homenaje a mi iniciativa y a la masiva y maravillosa respuesta que obtuve de miles de personas de todo el mundo. 

GRACIAS

jueves, 16 de octubre de 2014

LA IMPACIENTE


Hasta pasado un tiempo, aquella frase de la enfermera que oyó en la sala de espera quedó olvidada. Los acontecimientos posteriores hicieron olvidar los minutos previos. Los minutos banales e insignificantes de una pareja esperando a ser atendida. En una consulta llena de gente, llena de obstetras, con puertas abriéndose y cerrándose. Una tarde de invierno convertida en noche. La mujer observa  a su alrededor,  preocupada porque se está agotando el tiempo de aparcamiento del coche (habría que renovar el ticket), y porque a continuación tienen otra cita. Aquí están porque la mujer tiene un pólipo. Hace mucho calor, por la calefacción. Algunas mujeres se quitan el jersey, o la chaqueta. De repente irrumpe en la sala de espera otra pareja, que se muestra muy impaciente. Tanto es así que vuelven donde la recepcionista para preguntar si el doctor X (sí, el mismo al que están esperando) va a tardar mucho, que tienen prisa, que van a llegar tarde a otra cita. Qué cara, piensa ella, intentan colarse. Y espera que no lo hagan, aunque ha visto que la enfermera ha entrado a la consulta de su doctor. Sería el colmo, piensa, y siente su rabia crecer. La calefacción no ayuda. Entonces sale la enfermera y discretamente se acerca a los recién llegados y les dice en voz muy baja: “El doctor tiene una paciente por delante y va a tardar un buen rato”. La mujer que espera y observa no cae en la cuenta de que ha sido mencionada,  de que es ella quien pasará en un par de minutos y se quedará más tiempo del previsto, quien se sentará ante el ginecólogo y éste le mostrará el resultado del análisis y le dirá que es cáncer, y a continuación le transmitirá un mensaje de calma y confianza y ella sabrá que todo irá bien, y que ha tenido mucha, mucha suerte. 

Beatriz Alonso Aranzábal


domingo, 14 de septiembre de 2014

Homenaje a Juan Miguel Lamet


Cuando resulté finalista en el concurso de la revista Fotogramas y Renfe de guiones de cortometraje, sin haber aprendido cómo se escribe un guión, me atreví a dar el paso de matricularme en un curso intensivo de Escritura de Guión en la Escuela de Cine de Madrid (ECAM) de dos semanas en el año 2000. Este curso marcó un cambio en mi trayectoria personal y me dio la confianza para abordar aventuras inimaginables, como hacer cine. El causante fue el profesor que lo impartió, Juan Miguel Lamet, que nos ha dejado en este agosto de 2014 a la edad de 80 años. 

El primer día de clase nos preguntó a la docena de alumnos que éramos, quién quería ser director de cine. Recuerdo que me chocó la pregunta, para mí era una idea tan remota que jamás había pasado por mi imaginación (y eso que es grande). Éramos algo más de una docena de alumnos, de los cuales cuatro mujeres y de distinta procedencia: una abogada (Eva Nuño), una publicista (Assumpta García Mas), una periodista (Charo Nogueira) y yo, psicóloga. Los chicos, en cambio, creo recordar que eran todos más jóvenes. Nosotras nos hicimos amigas, muy amigas. Y emprendimos la aventura de escribir un guión de largometraje (“Cara bonita”) y luego rodamos un corto “Anatomía patológica” (2003), que ganó un premio y que se puede ver en Youtube (más información en mi web Cartas SinSellos).

Como ocurre en todos los sitios donde se imparten clases, los alumnos tienden a sentarse siempre en el mismo sitio y así hacíamos en su clase. Una mañana yo dije (siempre dispuesta a innovar), ¿por qué no cambiamos de sitios? Y cuando llegó Lamet se quedó totalmente desconcertado, y preguntó a qué se debía ese jaleo. Desde entonces entiendo que este comportamiento humano facilita al profesor el ubicar a sus alumnos.

En seguida nos puso a escribir relatos. Como ejemplo nos sacó el libro de Cesare Zavattini que, oh sorpresa, había prologado mi padre Jose manuel Alonso Ibarrola (“Milagro en Milán y otros relatos”, Ed. Fundamentos 1983). De repente en esa clase confluía el cine italiano, la devoción de mi padre por el célebre escritor y guionista, los relatos breves, y toda esa mezcla que me resultaba tan familiar sirvió de base para empezar a saber contar bien una historia, y a ponerle la  guinda, como recalcó Lamet. Y aunque una lección es que en el guión de cine no cabe la literatura, antes de escribirlo es necesario saber escribir un buen relato: saber narrar, dónde empezar, y cómo cerrar una historia. Aprendí que hay que ser capaces de contar una película oralmente, y luego reducirla a unas cuantas frases escritas (o sea, hacer una buena sinopsis).


También aprendí algo importante para los personajes de un guión, extensible a nuestra vida. Lamet explicó que al protagonista no deben pasarle cosas, sino que debe actuar, avanzar, moverse. Es decir: el protagonista no debe ser reactivo (actuando a medida que le pasan cosas) sino que debe actuar: decide dar pasos, no esperar a los acontecimientos. Esta idea me vino muy bien para darme cuenta de que en la vida no se puede “esperar” a que nos ocurra algo interesante, sino que hay que ir activamente a buscarlo. Y asi trato de hacerlo desde entonces.

Después del curso, como he dicho de sólo 15 días, mantuve el contacto con él a través de algunas visitas y de la correspondencia postal. Cada vez que le llevaba textos, guiones o cortometrajes  me contestaba amablemente después con su elegante caligrafía y me daba su opinión, señalándome en qué podía mejorar y siempre con ánimos para que continuara. Algunos extractos:

(Sobre mi primer cortometraje documental) 
“Recibí tu “Voy para contento”, lo vi con mucho gusto y espero pode pasarlo, con tu permiso, en clase. Has aprendido un montón. El corto se ve muy bien y seguro que entrarás con él en la rueda de certámenes y festivales que te darán nuevas satisfacciones”. 
(1 de enero de 2006).

(Sobre mis relatos y microrrelatos) 
“Leí tus textos. Me recordaron a Ennio Flaiano, a Cesare Zavattini y, claro, a tu padre. Tienen ese toque melancólico de los poemas de Tonino Guerra, otro italiano. Me encantó “Una postura incómoda” porque parece una idea a lo J. J. Millás cuyos minicuentos admiro. Ni borracho se ocurriría tirarlos. Son como son. Lo haces bien y deberías repetir con otro “corto”.
(15 de junio de 2006).

(Sobre “Los aviones no saludan”) 
“Salvo el título, que me parece demasiado explícito, todo lo demás me ha encantado, en especial la dirección de actores y el inquietante Modigliani. Has progresado muchísimo. Deberías probar ya con un metraje de más duración”.
(26 de diciembre de 2007).

(Sobre el guión de “Papiroflexia”) 
“Recibí el guión de tu próximo corto, lo leí en el acto… y me encantó. Ahora he vuelto a releerlo y me ha gustado de nuevo. No sé por qué en ambas ocasiones me he imaginado una pequeña librería de N. York. Quizás influencia de W. Allen o de aquella preciosa librería en blanco y negro de “El sueño eterno”. Voy a hacerte un par de sugerencias”.
(10 de marzo de 2008).

(Sobre el cortometraje “Papiroflexia”) 
“Me ha parecido un buen trabajo, has avanzado mucho. Pero voy a hacer algunas observaciones: 
- Parece que está rodado precipitadamente (…)
 Echo de menos algún diálogo convencional …)
Dicho lo cual, el corto es bonito e inusual.
Imagino cuánto habrás luchado para que yo ahora te ponga pegas. No me malinterpretes. Trabajas con ideas tan sutiles que no tengo más remedio que pedirte un poco más. Discúlpame.
Escribe un largo. Y no te desanimes. Esto es así, una ducha escocesa; se pasa de la autoafirmación al desamparo. Pero tú sigue. Cuando tengas unos folios me los mandas. Los leeré con lupa y avanzarás”.
(30 de junio de 2009).

La correspondencia se interrumpe aquí porque desde entonces hasta el presente me dejé absorber tanto por el trabajo y las nuevas responsabilidades que el cine quedó al margen. Error que estoy subsanando con la producción de un documental que está en fase de montaje. Lo que más siento es que no podré contar de nuevo con las sugerencias y comentarios sinceros de Lamet, y sus mensajes de ánimo. Que descanse en paz, apreciado y querido maestro.



“En aquella España miserable, atroz, enlutada y triste como madre o viuda o  hermana de millares de muertos, ir al cine era como soñar que se vuela, una liberación, un gozo infinito, un alivio del alma, un éxtasis, una embriaguez, un orgasmo de hora y media si yo hubiese sabido entonces lo que era un orgasmo” (extraído del capítulo “Mirando hacia atrás con ira” del libro “El cine y la memoria”, Editorial Nickel Odeon 1996).

Beatriz Alonso Aranzábal, agosto 2014

domingo, 15 de junio de 2014

Elegir tu carrera



Mi hijo se examina esta semana de Maturità en el Liceo Italiano, con 17 años, como hice yo. Yo tuve que hacer  también la Selectividad española completa (véase con qué foto carnet me presenté a los exámenes), él sólo las pruebas Específicas (no existían entonces). Tiene que decidir en qué carrera se va a inscribir ya en julio, pero no lo tiene claro.
¿Y quién lo tenía?
Aquel mes de junio de 1981, después de aprobar la Selectividad tenía que elegir tres carreras, por orden de importancia para mí. Yo en el fondo de mi ser quería hacer Bellas Artes, pero era tan insegura que no sabía si tenía el talento necesario. Asi que lo puse en 2º lugar, de manera testimonial, como reflejo de mi verdadero deseo.
En 1º lugar puse Psicología, yo era una observadora nata y me encantaba conocer la vida de los demás.
En 3º lugar, y siguiendo mi interés por lo colectivo y humano puse Sociología.
Para que veáis la mentalidad de algunos en aquellos años (la Psicología como carrera independiente llevaba sólo unos años funcionando), algunas personas comentaron "a ver si tenía problemas" por elegir esa carrera. ¡Jajajajajaja!


sábado, 7 de junio de 2014

Porque estaba ahí




PORQUE ESTABA AHÍ

Mucho me temo que vienen a rescatarme de mi ignorancia, a convencerme de que fui una ingenua. Vienen todos a por mí, en manada. Pronto me rodearán, explicándome las cosas como fueron, la verdad que desconocía. Cuando abra la boca su ruido tapará mis palabras. Ellos no estuvieron, pero saben. Porque el eco de sus comentarios se eleva sobre nosotros  y cae como lluvia que no escampa. Les molesta verme seca. La edad reseca. Pero puedo decir lo que pasó.
B.A.A.


La frase de inicio del concurso Relatos en Cadena de esta semana fue: "Mucho me temo que vienen a rescatarme". A partir de ahí máximo 100 palabras. Hacía muchos meses que no participaba y me animé a hacerlo.

lunes, 12 de mayo de 2014

De mi feisbuk

Traigo aquí algunas cosas que he escrito en mi página de Facebook, breves comentarios, reflexiones o recuerdos, para no dejar pasar más tiempo sin actualizar este blog.

(1 de mayo de 2014)

"Aunque no queramos darnos cuenta,
los ángeles ya han comenzado a bajar el telón."

Ayer asistí a la presentación del libro de poesía "La fatalidad" de Fermín López Costero, editado por Editorial Nazarí (que publicará mi antología de microrrelatos). El autor es berciano y desde su casa atisba el monasterio de Carracedo. Compartimos antología: Mar de Pirañas (Menoscuarto, 2012).


(2 de mayo de 2014)


 
Mercado de la Cebada en La Latina. Antes había anexa una piscina donde aprendí a nadar junto con mi hermano Iñigo. Teníamos unos 7 años y dábamos aullidos en manos de aquella familia que daba las clases (la madre, el padre, el hijo). A veces nos soltaban en medio de la piscina. Jamás tocamos pie.
 
(2 de mayo de 2014)
 

Estuve en La Rosaleda del parque del Oeste de Madrid.  Algunas rosas olían, y eso que no era aun la hora bruja. Las había de muchos colores, más o menos exuberantes. Las había pequeñas y discretas. Grandes y voluptuosas. Las había tristes, un poco mustias. Y sobre todo había lo más importante: ¡¡¡había muchos capullos!!! Jajajajajajaja
 
(6 de mayo de 2014)
A los 15 años, cuando escuchaba esto en la radio, no sabía lo guapísimo que era Benjamin Orr. Lo descubrí hace pocos años, por el youtube. La canción me fascinaba, de por sí.





(7 de mayo de 2014)

Y a los 32 años, durante mi embarazo, al volver del trabajo me sentaba a ver esta telenovela, la mejor que he visto nunca. Estaba llena de cafetales, de ese acento colombiano que me encanta, de canciones tristes y de rancheras que cantaba la propia protagonista. El guión era muy bueno, y los personajes muy dignos. Una anécdota: el último capítulo se emitió el día que parí, asi que tuve que pedir que me la grabaran en el VHS y cuando volví a casa la pude ver con mi bebé en brazos.




(8 de mayo de 2014)

No sé qué será tocar la gloria, y perderla, pero debe de dejar un vacío enorme. Tristemente, hay tantos y tantos ejemplos.

(9 de mayo de 2014)

Volvía hojeando El País en el metro y veo que para informar de un trágico accidente de tráfico, en la zona de la Serena de Badajoz, subrayan que ocurrió a 10 kilómetros de Puerto Hurraco y nos recuerdan la matanza que allí ocurrió. ¿Qué aporta esto a la triste noticia o se trata de estigmatizar a ese pueblo?

lunes, 14 de abril de 2014

Crucero por el Báltico



Hace tres años recorrí el mar Báltico en un crucero de siete días y lo conté después en La nave de los Locos de Fernando Valls.

He recuperado el texto para compartirlo ahora desde mi propio blog, por si es de interés para alguien, viajero o no, soñador o no, coleccionista de postales o no.


CADA MAÑANA UNA CIUDAD


El Báltico que he conocido ha sido un mar muy tranquilo, una superficie azul oscura que se ha dejado surcar sin oponerse. Comenzó el crucero en Copenhague, una ciudad con vocación de cuento de hadas que se resume bien en su pequeño parque de atracciones, el Tivoli, con aires orientales, sauces llorones y farolillos de colores. Fue el único momento de todo el viaje en que llovió. Un paseo posterior hasta la Sirenita nos confirmó que es muy pequeña y que los turistas se arremolinan sin dejarla en paz. Por sus calles hombres y mujeres visten con calzado deportivo, elegantes en su atuendo de sport, y ágiles en sus andares o encima de las bicicletas.

Al día siguiente en Alemania pisamos la arena de Warnemünde, pequeña localidad de veraneo donde vuelan cometas y los niños se meten en bolas gigantes de plástico que flotan en una piscina hinchable. Pocos se bañaban bajo el cielo surcado por nubes blancas, grises y algún chubasco, lo cual nos hizo desistir de intentarlo. Los veraneantes paseaban junto a los canales comprando cucuruchos de pescados ahumados, trozos enormes de peces secos, y lo acompañaban de cerveza Rostock. También se consumían perritos calientes, salchichas, crepes y helados. Y había muchos puestos de fresas. Quizá porque el día era más brillante que en Dinamarca, me pareció que los colores en las casas eran más vivos en Alemania, y como tampoco era un lugar de turistas extranjeros el inglés no servía como moneda de cambio.

Navegando hacia Suecia pasamos de largo por nuestra siguiente escala, Visby (en la isla de Gotland), debido a un problema con la propulsión del barco, lo cual provocó un amago de motín por parte de algunos pasajeros, pero no por motivos románticos a lo Bounty, sino por el parné. Atracamos temprano en Nynäshamn, cerca de Estocolmo, adonde llegamos en autobuses que nos dejaron delante del palacio de la Ópera. Descubrí una ciudad soleada y de amplias perspectivas sobre el agua (está construida sobre 14 islas) con elegantes e históricos edificios de grandes ventanales. El casco histórico pertenecía al turismo, masivo, chancletero, capaz de esperar una hora al sol para ver un cambio de guardia en el Palacio Real. Los suecos andaban muy cerca, en las calles comerciales, entre los tenderetes de frambuesas, arándanos, cerezas y guisantes, en las paradas del tranvía o embarcando para recorrer los canales. Qué pena que no hubiera tiempo para imitarles.

Al llegar a Estonia desembarcamos prácticamente dentro del casco histórico de Tallin, con las temperaturas elevándose y los mosquitos rondando a los turistas que zumbaban por las callejuelas y se metían en las pequeñas y hermosas iglesias ortodoxas (que no tienen bancos para sentarse). Fue la escala más corta asi que la visita fue brevísima, por un decorado de tonos pastel (verdes, amarillos, ocres, rosas, azules) y aires medievales. Pura historia congelada a los ojos de los visitantes.

La llegada a San Petersburgo nos obligó a retrasar dos horas el reloj, afrontar una minuciosa revisión del pasaporte y visado, y sentir una sofocante temperatura de 30 grados cargada de humedad. La visita temprana al Hermitage nos evitó hacer cola a la entrada, pero no las aglomeraciones en su interior, donde seguíamos, entre codazos, a nuestra guía Kira con auriculares a través de salas ricas en mármoles de Carrara, piezas de malaquita, porcelanas, y rematadas en pan de oro. La codicia máxima de zarinas y zares, que tenían allí su Palacio de Invierno, su segunda residencia. La pinacoteca como es bien sabido es de las mejores del mundo. Pero descubrí una extraña afición, que consiste en no mirar los cuadros sino fotografiarlos: la gente hacía cola para acercarse a la obra en cuestión y disparaba. ¿Admirarían después esas obras en la soledad de la pantalla de su ordenador? De lo que pude contemplar (en el brevísimo tiempo dedicado a la pintura de nuestra excursión) me impresionó el Hijo Pródigo de Rembrandt, vi la pequeña Madonna de Leonardo da Vinci, y salté a la Polinesia en la sala de Gauguin, entre otras joyas del siglo XX. Supongo que en invierno será distinto. De hecho es tan impresionante el frío que el majestuoso río Neva, que discurre delante de los palacios que componen el Hermitage, se congela. Y para que la gente no tenga la tentación de caminar sobre sus aguas, suele pasar algún rompehielos para fragmentarlo. Otra curiosidad es que de madrugada los puentes se levantan y quien queda atrapado del otro lado del río no puede cruzarlo hasta que vuelven a bajar, pues es el momento de que las embarcaciones puedan remontar el río hasta su nacimiento en el lago Ladoga. Me encantó el repaso histórico de la ciudad con todos sus fastos y su rico pasado cultural, pero también con sus terribles momentos, como el sitio de Leningrado.

El último día desembarcamos en Helsinki, una ciudad de aire apacible y líneas elegantes en la arquitectura de sus casas: curvas modernistas, fachadas art nouveau, edificios de Alvar Aalto. Nuestra guía mexicana, en el recorrido en autobús con paradas que hicimos antes de llegar al aeropuerto, nos puso los dientes largos imaginando unos días en alguna cabaña perdida con su sauna y su lago, su naturaleza y su soledad.

Seis países en siete noches, gracias a un hotel flotante que no recomiendo como forma de viajar (horarios rígidos, falta de intimidad), pero en este caso el fin justificaba los medios: hacernos una idea del norte de Europa para saber adónde volver, cuando se pueda. El mundo se merece miradas más profundas, inmersión en su pasado, y tiempo.

Beatriz Alonso Aranzábal

martes, 1 de abril de 2014

Atmósferas sonoras


La reciente publicación de “Sombras. Spanish Post Punk + Dark Pop 1981-1986″, en vinilo (caja con 4) y en cd (doble) por parte de Munster Records supone una oportunidad muy interesante de recuperar (o de conocer) muchas de aquellas canciones que escuchábamos a principios de los años 80.
 
Me invitaron a escribir un texto para el libreto interior, junto a Jesús Rodríguez Lenin (periodista musical) y a Carlos Entrena (cantante del grupo Décima Víctima). Lo titulé "Atmósferas sonoras". Aquí os dejo el párrafo inicial, y el final, para que os hagáis una idea.
 
Recientemente la revista EfeEme ha publicado una reseña firmada por Xavier Valiño en la que aparece un fragmento de mi texto, incluso resaltado en negrita. Me agrada compartir mis recuerdos de aquella vivencia musical.
 
"Los nombres vienen después, primero ocurren las cosas. Y lo que ocurrió fue que un sonido potente y oscuro se fue adueñando de la escena musical nada más empezar la década de los años ochenta. Luego recibiría etiquetas como música siniestra, afterpunk, gótica, etc., pero cuando surgió era una evolución más de la brillante creatividad musical que caracterizó los años de la transición democrática en España, a finales de los 70. Lo curioso es que tanto los músicos como los seguidores de esta corriente habían sido muy pop, ye-yé, ska, mod, punk y new wave. Es decir, se pasó de la efervescencia de la nueva ola, de los saltitos sincopados, del pogo, del plástico, de los colorines, hacia un terreno inexplorado al que cada grupo dio su matiz diferenciador.  
 
(...)
 
Cuanto más pasa el tiempo todo se difumina. Sé que estuve en lugares y eventos porque conservo las entradas, alguna anotación en mi agenda, pero apenas recuerdo detalles. La memoria de los años ochenta se va quedando anquilosada en lugares comunes, esos a los que acuden las revistas y periódicos cuando quieren referirse a ”la movida”, y lo que verdaderamente se vivía, un mar de emociones, excitación, sorpresas y experimentación, va quedando como un pequeño reguero en la conciencia de muchos de los que pasaron por allí.
 
La música siniestra, con sus destellos de melancolía y lucidez, marcó una época y a una generación. La música siniestra cala hondo, sigue latiendo en quien la vivió, y conserva su capacidad para emocionar a quien quiera descubrirla ahora, en el siglo XXI."
 

jueves, 20 de marzo de 2014

Un sueño hecho papel

 
Por fin puedo anunciar que mi proyecto "LA VIDA ES UNA PALABRA MUY CORTA", la antología de los microrrelatos que he reunido a lo largo de los últimos años, verá la luz en 2014 de la mano de la Editorial Nazarí.
 
Desde aquí doy las gracias a sus responsables Paolo Remorini y Alejandro Santiago.
 
 

Al francés

 
Desde hace unos días he pasado a formar parte del proyecto que lidera Caroline Lepage (Catedrática de la Universidad de Poitiers - Francia) de traducción de microrrelatos de todo el ámbito hispano al idioma francés. Julie Marsault y Carolina Miranda Aracena, de la Universidad de Poitiers, han traducido 4 de mis microrrelatos, que podéis leer en este enlace:
 
 
El Duende / LE LUTIN
El Olfateador / L'OLFACTEUR
Jerseys y Cazadoras / PULLS ET BLOUSONS
El Bedel / L'APPARITEUR
 
Muchas gracias, merci beaucop!!!


lunes, 3 de marzo de 2014

SE IRÁN LOS TEMPORALES

 
Cuando llegue la planicie de los días sin nubes miraremos las fotos
de los cielos arremolinados,
de las juergas del viento soplando contra las mareas.
 
Nos olvidaremos del ánimo desapacible, del encierro sin llave
Haremos preguntas al cielo sin obtener respuesta
Pronto se hará primavera
Pero antes arderá el invierno en la copa de los árboles quemados.
 
Texto y fotos: Beatriz Alonso Aranzábal

sábado, 1 de marzo de 2014

De nuevo en la radio



El pasado viernes 21 de febrero fui invitada a participar en un coloquio sobre el libro recientemente publicado de Patricia Godes "Alaska y los Pegamoides. El año en que España se volvió loca" (Editorial Lengua de Trapo). El evento tuvo lugar en la librería Enclave y fue organizado por Barrio Canino, programa de entrevistas para Radio Ágora Sol. Para mí fue un momento muy interesante porque pudimos contrastar nuestras opiniones entre las invitadas y con el público. Estuvimos Patricia Godes, Ana Curra, Elena Cabrera y yo.

Lo que está claro es que a menudo se percibe aquella época como "juerga mediática" y en general como el triunfo de la frivolidad, lo cual es obvio que no es cierto, pues fue una época llena de inspiración, oposicionismo, irreverencia, creatividad, donde además las mujeres formaron parte plenamente de esos procesos.

También para mí fue un momento muy emocionante por estar codo con codo con Ana Curra, la mítica teclista de los Pegamoides, Parálisis Permanente, y cantante de los Seres Vacíos, a quien no veía desde 1983. Con Patricia Godes ya había recuperado el contacto hace unos años. Me invitó a participar en su libro a través de un cuestionario de preguntas sobre mis recuerdos y mis opiniones sobre el grupo Alaska y los pegamoides. Por otro lado yo había refrescado esos recuerdos en un texto que escribí para "Sombras", el doble CD/cuádruple vinilo que han editado recientemente Munster Records.

En la foto, que nos hizo Paco Iriarte (de Sissi, Oviformia, etc.) antes de empezar, aparecemos (de izquierda a derecha) Elena P. Gabriel, Ana Curra, un amigo de Patricia Godes, Almudena de Maeztu, Patricia Godes, yo y Lydia Iovane.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Entrevista en Disco Grande (Radio 3-RNE)




 
 
El pasado 3 de febrero volví a ser entrevistada por Julio Ruiz en su programa Disco Grande. Hace exactamente 31 años estuve en su programa, del mismo nombre, junto con mi grupo Los Monaguillosh. 


El programa estaba dedicado al lanzamiento de un doble recopilatorio del postpunk español editado por Munster Records, titulado "SOMBRAS". En este proyecto he participado escribiendo un texto para el libreto interior, donde comparto el espacio con el periodista Jesús Fernández Lenin y con Carlos Entrena, cantante de Décima Víctima. En ese texto hago memoria de la época en que paulatinamente nos volvimos "siniestros", después de haber dado botes con el ska y el punk. Mi texto se titula "Atmósferas sonoras" y en otro momento lo compartiré aquí (algún extracto).
 
Como componente del grupo Los Monaguillosh también era "noticia" ya que Lollipop, de la mano de Miguel Ángel Sánchez, acaba de reeditar el primer vinilo que sacamos en 1983, un ep de 3 canciones. Y está en preparación un cd que contenga todo el material de Los Monaguillosh que hay grabado, no sólo lo que editamos con Dos Rombos, sino también varias canciones que tocamos en el programa Don Domingo de Radio nacional de España.
 
En el programa de Julio Ruiz también participaron, por vía telefónica, Iñigo de Munster Records y el mencionado Jesús R. Lenin. Las canciones que sonaron fueron, entre otras: "Olor a carne quemada" de Gabinete Caligari, "Ellos" de Lunes de Hierro, "Bocas sobre una araña", "Luces humanas" y "Voces en la jungla" de los Monaguillosh, y una de Lavabos Iturriaga (lo escribo de memoria).
 

 
 

Nuevos micros en La nave de los Locos


Ayer se publicaron en el Blog de Fernando Valls dos microrrelatos inéditos, ambos con un título entre interrogantes. Podéis acceder a ellos a través de este enlace. Muchas gracias.

martes, 21 de enero de 2014

Un plan fallido




El conde de Matorrales salió de casa aquella mañana con un propósito firme: conquistar a la dama que le tenía embelesado desde que la vio cruzar la calle con su vaporoso vestido, tropezar levemente y proseguir su camino hacia el comedor social. Había comprobado que entraba allí todos los días a la hora del almuerzo. Por eso, tras vestirse despacio, perfumarse y peinar su rala cabellera hacia atrás, dio una vuelta alrededor del edificio para tener un aspecto más relajado. Pero, por el contrario, el paso rápido le produjo una respiración un poco afanosa y al entrar en el comedor parecía realmente fatigado. Como todo el mundo, el hombre se puso a la cola, y esperó su turno para recibir un tazón de caldo caliente y un trozo de pan. A medida que se aproximaba a la encargada, descubrió que era ella la dama deseada, y pudo observar con más detenimiento sus formas, sus labios pintados de carmín y el delantal que protegía el vestido de seda. Cuando llegó su turno, antes de que pudiera decirle nada, la mujer exclamó sorprendida:

 
- ¿También usted pasa hambre?

 
El conde de Matorrales, presidente de una conocida fundación y coronel retirado, se ruborizó violentamente.

 
- Tranquilo - continuó con una dulce sonrisa - son momentos difíciles para todos. Tómese tranquilo su comida, nadie sabrá que ha estado aquí.

 
El conde, sin levantar la vista, se sentó en una mesa próxima. Sabía que había metido la pata. No había sido una buena estrategia. La miró furtivamente y le dijo adiós con una triste mirada, antes de quemarse la boca tomando de un trago todo el caldo y salir escopetado de allí.
 
Beatriz Alonso Aranzábal
 



Este microrrelato fue publicado en el blog de Fernando Márquez "El Zurdo"

lunes, 6 de enero de 2014

Revolución



Las cigarras cantan, las hormigas SE LEVANTAN.

B.A.A.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PD: ¿Alguien sabe por qué ya no puedo subir fotos de mi ordenador? :-(

domingo, 5 de enero de 2014

jueves, 2 de enero de 2014

La vida es una palabra muy corta


 



UN POCO TARDE

Llevabas siete días muerta, dijo tu madre con desprecio y me colgó. Sentado al borde de la cama, junto a la maleta recién deshecha, recordé nuestra última conversación telefónica: querías verme pronto, dijiste desde la cama con tu débil voz, más débil que nunca, y yo te prometí que tomaría el primer avión. Pero seguí dando clases a mis alumnas de surf, jugando con ellas sobre las olas, encendiendo fogatas al anochecer. No es que me hubiese olvidado de ti, es que no encontré ningún vuelo barato hasta la semana siguiente. Incluso te había comprado una caracola gigante, que ahora, cuando me la pongo al oído, sólo emite un lúgubre sonido.
 
 
 
 
CITA ANUAL
 
El ornitólogo rodó por la ladera hasta chocar contra un cercado. Cargado con sus prismáticos y sintiendo la tibieza del otoño recién estrenado, había esperado en vano la llegada de las majestuosas grullas escandinavas. Año tras año, los paisanos se burlaban de él, viéndolo clavado sobre la loma del pueblo y saludando a las aves que pasaban en formación. Fue al calar la noche sobre las dehesas cuando, exhausto y sin haber avistado nada, se cayó. Una dulce muchacha se acercó y se arrodilló para curarle la herida en la frente. Le habló en sueco y al oído, mencionándole un nuevo lugar de encuentro. O eso le pareció un instante antes de perder el sentido.
 
 
 
LADRILLO A LADRILLO
 
Cuando la encontró cayó rendido a sus pies. Le prometió un mundo de confianza plena (“cuéntamelo todo”) y fue levantando un castillo a su alrededor de sorpresas, agasajos, dulces, momentos mágicos. En el día o en la noche él se presentaba dispuesto a entregarse en cuerpo y alma, todo era cariño, entrega, amor. Mientras tanto, el castillo se iba estrechando hasta convertirse en un torreón de gran altura. Un día ella notó que se ahogaba, exclamó: “¡Necesito aire!”, y fue cuando descubrió que no tenía puertas ni ventanas. Tendría que empezar a cavar su propia salida.
 
 
EVASIÓN
 
Con mucho cuidado había ido escogiendo las setas, que asomaban a montones después de las recientes lluvias. Níscalos, boletus, alguna amanita. Tenía el cesto casi lleno. Y qué bien olía el monte. Qué fragancia tenían los pinos. Era un perfecto día de otoño. ¿Qué podría estropearlo? ¿Una repentina tormenta? ¿Una pareja de la guardia civil buscándole? ¿Un pinchazo en la rueda del coche robado? Para qué ponerse negativo, pensó, si lo peor ya había pasado: estaba fuera y no volvería dentro. Por sus muertos.
 
 
CONSULTA MÉDICA I

Doctor, veo relatos en todas partes.
 
 
CONSULTA MÉDICA II

Doctor, estoy llena de aforismos.
 
 
LA PROFECÍA DE LOS ABANDONADOS
 Como yo, nadie te amará. 
 
 
 
Estos microrrelatos forman parte de mi antología "La vida es una palabra muy corta" que espero que vea la luz, sobre tinta y papel, en este año 2014.
 
Se pueden leer muchos más haciendo clic en la pestaña "microrrelatos" y/o "relatos cortos" de la columna de la izquierda "Ocurrencias".
 
 

miércoles, 1 de enero de 2014

2014


 
Esta foto fue tomada el 30 de diciembre. Las nubes parecen una ola gigante, un tsunami que barrerá la atmósfera.
 
Hoy, primer día del nuevo año, hay niebla y llovizna. Es el invierno del hemisferio norte.
 
Es el 1 de enero y seguiremos esperando las nubes, los contrastes, el devenir de las cosas.
 
La belleza que no se paga, pero que no siempre se aprecia.
 
Feliz año, ya estamos en 2014.