Nothing lasts really. Neither happiness nor despair. Not even life lasts very long. (Brief Encounter, 1945)

jueves, 19 de septiembre de 2013

SEÑALES





Hubo un tiempo en el que los transbordos en el metro eran muy largos y no tenían tapices rodantes ni ascensores. Y si además el pasillo era rectilíneo podía ocurrir que el amor de tu vida apareciera a lo lejos. Y que te diera tiempo de verlo llegar, mientras pensabas frenéticamente qué ibas a decir al cruzarte con él. Y entonces os saludabais, dos besos, qué tal, adiós. Y después para adelante, sin mirar atrás. Y te preguntabas si no sería una señal encontrarte al amor de tu vida en medio del pasillo del metro. Pues no.

No lo era.

 
Beatriz Alonso Aranzábal

5 comentarios:

Arte Pun dijo...

Hola Beatriz.

El metro es lo que tiene, muchos pasillos rectilíneos, y no todo son señales, o sí.

La próxima vez que te cruces con el amor de tu vida no le des dos besos, dale uno solo que sea una señal inconfundible.

Me alegró leerte, gracias. Un beso

Beatriz AA dijo...

Y a mi me alegró verte aquí. Gracias JL

Beatriz AA dijo...

Y a mi me alegró verte aquí. Gracias JL

Paz Monserrat Revillo dijo...

Nunca hay señales en una línea recta, solo puntos que se suceden. Mejor buscar las señales y los amores en las esquinas y en las curvas.Digo. Y te abrazo.Después de decirte que me ha gustado mucho tu texto
Paz

Beatriz AA dijo...

Ahora sabemos cosas de rectas y recodos que antes no sabíamos.
Gracias Paz, besos.