Palacio de Invierno en San Petersburgo
Durante este mes de agosto Fernando Valls en su reconocido blog "La Nave de los Locos" (el pasado viernes fue señalado por El Cultural entre "las mejores bitácoras literarias"), publicará crónicas de viajes de sus lectores. He tenido la suerte de haber inaugurado la sección contando mi crucero de una semana (Cada mañana una ciudad) en el mes de julio, por el mar Báltico. Cuando me lo pidió me di cuenta de que nunca me había puesto a escribr sobre las vacaciones: siempre contaba alguna cosa al volver y rápidamente se diluía todo en el quehacer cotidiano. Al esforzarme por resumir siete días en unas cuantas líneas me he dado cuenta también de que asi queda guardado en la memoria... del ordenador. Y por último he visto que es difícil describir en pocas palabras un lugar y no parecer un folleto turístico.
En cualquier caso todo lo que me obliga a escribir a la postre me hace sentir muy bien.
PD: ¡cuánto echo en falta que ya no se manden postales por correo postal!
11 comentarios:
Buen viaje y mejor reseña. La leí en su momento.
Un saludo indio
Gracias Indio por tu Comment. Un abrazo
Bea
La leí y me encantó, tanto el viaje como la crónica. Qué pena lo de las postales, sí
Interesante tu post de hoy. A mí me sucede absolutamente lo contrario. Si siento la obligación de escribir, caigo en una especie de coma absurdo.
¿Algún consejo?
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Hola amigos, soy de las que enviaba postales, muchas, pero recibía pocas, y esa falta de reciprocidad me fue apartando de tan bonita afición... Me inventé Postales Sin Sellos y estuvo unos años online, pero luego eliminé la sección dentro de Cartas Sin Sellos.
Prefiero la obligación a la desidia, quizás porque me muevo generalmente en la autoobligación, que es un terreno intermedio bastante solitario.
En fin amigos, me alegra saludaros en este agosto que va in crescendo. Besos
Bea
Me gusta oír libros de viajes, tanto los que describen minuciosamente las ciudades y los lugares, como los que consiguen que el autor ascienda un escaloncito y se le/nos abran nuevos horizontes. También me gustan las películas en las que la vida salpica de la pantalla, como las italianas de la posguerra. Y viajar sintiendo los distintos sonidos y olores de los sitios. Respecto a los documentales intimistas o de naturaleza preciosistas, que lo cuentan todo en imágenes silenciosas, me quedo como quien dice a “verlas venir”. Por eso agradezco que alguien me cuente, susurrándome al oído, su viaje soñado y sería capaz de verme todas sus películas y fotografías sin rechistar, si pudiera ver.
¿Si pudieras ver... Antonio? No sé quién eres, pero te agradezco tu interesante comentario, comparto tu admiración por el neorrealismo italiano, y los viajes olfativos dejan huellas profundas. Un saludo
Beatriz
Yo también era de las que mandaba postales de los viajes; o postales con frases bonitas, paisajes (en momentos especiales, o que a mí me apetecía), y postale de cumpleaños... pero también recibía pocas.
Ahora, lo que menos, menos... las cartas.
A veces escribía cartas todos los días, a mi novio, a mis amigas, a mis amigos... A vces salían por pares todos los días...
Pero, ¡recibía tan poquitas!
Una vez mi buzón se llenó y no cabían más,,, 14 cartas, creo recordar... ¡qué tiempos! Ahora sólo propaganda, y cartas de los bancos... o en elecciones, propaganda electoral... ¡qué penita!
Yo volvería a hacerlo si alguien me acompañara... Me encanta comprar el sello (a ver cuál toca en ese momento), me encanta escribir la dirección a mano, y meter los folios escritos en el sobre...
Me encanta cuando la carta viene con el sello del origen...Y lo palpo, a ver cuántas hojas trae.
Leeré la crónica de tu viaje, seguro que me encanta como todo lo que escribes.
Feliz semana.
Gracias por compartir esos recuerdos tuyos y evocar el placer de la correspondencia, Mª Angeles. Un beso para ti
Bea
Creo que las fotos reflejan los mejores estadíos de los lugares que se complementan con tu narración. Viajar es lo más lindo, yo he tenido la suerte de conocer San Petersburgo y tiene unos paisajes de los que mi mente probablemente no se pueda despegar, tan bellos como tú has sabido retratarlos.
Gracias Jorge por leer mi crónica viajera, pero me he quedado sorprendida de que hayas puesto un enlace a una página comercial (de viajes): no sabía que se podía hacer y no me parece adecuado.
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