MANOS A LA OBRA
De atender las llamadas en un
consultorio médico pasó al relincho del caballito, a la música de la tienda de
ropa, al trajín de personas por la escalera mecánica. Tras perder su empleo y
no encontrar otra cosa, ahora hacía la manicura en un centro comercial. Desde
su cubículo observaba el desfile de rostros que, con el paso de las horas, se
volvía más borroso hasta convertirse en un mareante ejército de sombras. En
esos momentos en que sentía que todo daba vueltas y que el caballito, con niño
encaramado, se iba a desbocar, apretaba fuerte las manos de sus clientas. Éstas
pensaban que era parte del masaje.
Beatriz Alonso Aranzábal
Este microrrelato lo podéis leer en el libro "De antología, la logia del microrrelato", de la editorial Talentura, y comprarlo también en Amazon.
Es la quinta antología en formato tradicional de papel que incluye microrrelatos míos.
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