Él vino. Mi copa estaba vacía. Un brazo metido en la manga
del abrigo, el pie dormido.
Pidió una copa de vino. Yo nada. Mirar, sólo mirar. Abrir la
boca y callar. El abrigo de nuevo en el respaldo del asiento.
Bebió sin pestañear. Yo tragué por él. Pedí la cuenta y me
abroché el abrigo.
Su amor por mí no vino.
Beatriz Alonso Aranzábal
Microrrelato enviado al concurso "Entre copas" donde en menos de 100 palabras debía aparecer "una copa de vino". La foto la hice en mi reciente viaje a la Rioja.
2 comentarios:
Muy bueno, Beatriz!!
Hola Isabel, gracias!!! Muacs
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