Nothing lasts really. Neither happiness nor despair. Not even life lasts very long. (Brief Encounter, 1945)

miércoles, 15 de abril de 2009

Boletín de la AMRP

Acaba de salir de la imprenta el nuevo boletín de la Asociación Madrileña de Rehabilitación Psicosocial, de la que soy directora de publicaciones desde hace dos años. Es mi tercer boletín, y me ocupo de todo: desde la búsqueda de articulos y colaboraciones, hasta la supervisión de todos los textos y revisión de galeradas, pasando por cuidar la estética de la revista. De hecho, he tenido la fortuna de contar con la colaboración de excelentes fotógrafos: en los números anteriores conté con las fotopoesías de Juan Bautista Morán, y en este número todas las fotos son de Victor López, incluida la portada que adjunto. El diseñador gráfico que se ha ocupado de la maquetación se llama Luis Pérez y está diseñando la carátula de mi nuevo cortometraje "Papiroflexia", del que espero poder decir en unos días... ¡ya está terminadooooooo! (Qué larga se hace la postproducción...).

Volviendo al boletín, aunque principalmente recoge estudios y reflexiones de los profesionales de la rehabilitación psicosocial (de personas con enfermedad mental grave y crónica), también tienen un espacio los usuarios. Además, en la contraportada aparece la convocatoria del III Certamen Poético Internacional 2009 de la Asociación Alonso Quijano, de cuya edición pasada incluyo el poema ganador y que aquí adjunto:


GENEALOGÍA

La vida engendró enormemente;
engendró el café
y a sus hermanos: los días imposibles,
la soledad y la escritura
(cuando mi cautividad de Coral Way).
La soledad engendró el mar;
el mar engendró
a un hombre con algas*
y poemas en los bolsillos.
Uno de los poemas cayó
entre lunes y jueves
y engendró tu ausencia;
tu ausencia engendró
perchas, náufragos calcetines
y claudicaciones;
la suma de claudicaciones
engendró el trabajo;
el trabajo no engendró.
Las perchas -altamente promiscuas engendraron
la gesta heroica
de levantarme todos los días.
De los náufragos calcetines,
uno arribó al Cabo de Buena Esperanza
(donde todavía te sigo esperando).

*como ustedes saben, y si no lo saben ya es hora de que lo sepan,
las algas son los harapos de la sirenas.

Emilio L. López. Miami. (EE.UU.)



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