Nothing lasts really. Neither happiness nor despair. Not even life lasts very long. (Brief Encounter, 1945)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

AL DESVÁN

Como tantas veces había hecho de niño cuando Piojo Rubio le robaba el bocadillo, (...)

Guardo el relato para futuros usos, gracias a quienes lo habéis comentado

Beatriz Alonso Aranzábal
El Río Sil, al salir de Ponferrada

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Unos personajes conocidos y cercanos: la madre dura que parece no quererte, los hermanos distantes, el niño matón que te amarga la vida de pequeño, el niño sensible y solitario... y es tambien, reconocible, la sensación de alivio que se siente al saber que todos ellos han pasado a ser imagenes del recuerdo, una sensación con atisbos de libertad.Me ha encogido el corazón tu cuento, me suena demasiado. Saludos.

Rocío Romero dijo...

Beatriz, qué bonito relato. Me gusta que el final tenga ese punto optimista, que los sueños supongan la superación de las penas antiguas del personaje. Muy muy buen intento (yo esta semana debí de enfadar a las musas, ay)
Besos

Rocío Romero dijo...

Ah, también iba a mencionar que es curioso con qué "justicia clasificatoria" (bueno, lo que sea;) el tiempo los coloca a todos en su lugar... Creo que ahora sí :)
Besos

Beatriz AA dijo...

Hola Lázaro, gracias por hacerme llegar este comentario tan sentido, un abrazo.

Rocío, te tengo por una persona "rigurosa" en el mejor sentido de la palabra, asi que tus comentarios me han alegrado mucho. Un beso.

Arte Pun dijo...

Has recreado en un mínimo espacio toda una vida sin subirse a ningún tren. No ha dejado la niñez y busca excusas para seguir subiendo al desván. Creo que hay muchas personas así.
Gracias por el relato. Abrazos.

Roxie girl dijo...

Bea, a mí lo que me gusta en general de tus últimos micros es que tienen un aire nuevo, algo sopla en tu escritura y además son optimistas sin resultar ñoños ni cursis...
Rocío es muy observadora y tiene razón, segund desgranas como haa acabado las personas de su infancia todo adquiere un tinte de justicia, pero sobre todo como el micro del otro día, me gusta el final porque es una opción personal del protagonista: liberarse.

Baci famiglia

Susana Camps dijo...

Me gustan los micros que concentran un gran espacio de tiempo y evolución del personaje. Además éste lo consigue con una escena próxima, conocida, que nos toca.
Ah, y si yo fuera el protagonista, también me iría tras la estela.
Enhorabuena.

Odys 2.0 dijo...

Me inquietan ese final, y esa risa fuera de lugar. Seguir la estela del avión puede ser peligroso. O no. Depende... Creo que lo prefiero como metáfora de hacer las maletas :-)

Besos.

Gemma dijo...

Me parece una pieza crudísima, además de rotunda. Somos prolongaciones de nuestra infancia para siempre huérfana. Qué duda cabe.
Abrazos

Beatriz AA dijo...

Hay refugios que en realidad son prisiones y tardamos en descubrir que puede haber un tragaluz (que no es necesariamente una salida). ¡Hay que salir del desván!

Gracias Artepun, Rosana, Susana, Odys y Gemma, por divagar conmigo. Besos

manuelgs dijo...

Qué bonito final, sobre todo...