Una pequeña broma que mandé a un concurso el mes pasado, en la que incumplo la norma autoimpuesta de no evocar a Monterroso. En fin, para eso estamos, para hacer lo que nos proponíamos no hacer.
EL MICRO DE ORO
Buscó inútilmente la fórmula para... (guardo el relato para futuros usos, gracias)
Beatriz Alonso Aranzábal
8 comentarios:
jajajaja ¿la rana todavía estaba allí? jajajaja
saludillos gigantes como un dinosaurio
Es que hay calles que es imposible rodear.
Abrazos.
Puck, puede que fuera la rana, creo que tienes unas charca llena... ;-)
Susana, me gusta tu comentario, bso
...Y quedó atrapado en un bucle temporal del que solo lo sacó la vejez y la muerte.Un saludo.
Hola Lázaro, "atrapado por el bucle", je je, suena a peli de terror, un abrazo
..acariciaba un huevo dorado, preñado de palabras.
Bastante con que el propio Monterroso esté todavía ahí. Aplaudo tus normas y la elegancia con la que te las saltas.
Abrazos fuertes,
P
Monterroso escribió el micro de oro sin saberlo, y seguimos sin saberlo. Te devuelvo los abrazos Pablo, con creces.
Por lo menos no mató a la gallina, para poder incubar "huevos dorados preñados de palabras" (gracias Ana, un beso).
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