Nothing lasts really. Neither happiness nor despair. Not even life lasts very long. (Brief Encounter, 1945)

domingo, 1 de diciembre de 2019

Carta de un seguidor de Cartas Sin Sellos (2000-2014)

A veces ocurre que alguien, del muy amplio público que tuvo Cartas Sin Sellos, se acuerda y me escribe unas líneas. Ayer recibí esto desde Argentina y he querido compartirlo, con permiso de su remitente.


Hola:

Después de más de 14 años desde una vez que publiqué una carta en tu antigua web, vuelvo a escribirte. Me llamo Cristian, o Enrique, como me dice mi hermana mayor. Tengo 35 años y vivo en Argentina, allá por el 2004 tenía unos 20 (obviamente) y por casualidades del destino se me dio por escribir un texto en tu web, al que también le puse mi dirección de e-mail. Te cuento esta introducción porque luego viene el nudo, que podríamos decir que empezó conmigo pisando el aeropuerto Barajas de Madrid, o quizás empezaba cuando en 2004, recibí una invitación de "MESSENGER" de una persona a la cual ignoré (si bien guardé el mail de contacto), para escribirle allá por 2005 para compartir un par de escritos (la verdad que no tenía a casi nadie a quien enviarle lo que producía en mis horas en las que ansiaba ser escritor). La historia es que coincidí con una persona, de Madrid, con la cual compartimos tardes de chat, mails, llamadas y cartas durante unos 3 años, hasta que definitivamente tuve el valor de marcharme hacia allí. La verdad, que la historia no salió como habíamos pensado. Después de casi 8 años, todo se vino abajo para siempre.

Te escribo ahora desde la capital de mi país, mientras tengo mi laptop en un mueble desarmado, a 30 cmts del suelo. estoy de mudanza. me voy de vacaciones hasta febrero a donde nací Salta- Capital, norte de Argentina. Hace 3 años que volví de Alicante, de España, donde sonreí, soñé, amé, lloré y me arrepentí.. hace tres años y poco más que regresé de aquel lugar que fue mi objetivo durante otros tres antes de poder pisarlo, cumplir un sueño, que si bien luego no fue tan real como hubiese querido, sé hoy a mis 35 años, que existió y que de no ser por tu página web nunca habría existido esa posibilidad. Gracias.

Pd.: Me animaría a decir también que sin Cartas Sin Sellos, yo tampoco estaría hoy vivo, aquí, ya que en España me diagnosticaron una enfermedad contra la cual luché con varias y variadas dosis de quimios... que de haberme pillado eso desprevenido por acá, en mi país, no podría ni contarlo ya que la tecnología médica no está taaaaan avanzada como en España. Gracias de nuevo.
Cristian

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